En las luchas sociales sabemos que no hay conquistas para siempre y los derechos que no se defienden, cuando te descuidan te los quitan. Eso nos pasó en Caldes con las urgencias nocturnas.
Las defendimos con energía y sacrificio un grupo de jóvenes y unos pocos adultos, ocupando cien días y noches el centro de salud pero no fue suficiente y al final las recortaron con la excusa de la crisis económica del 2008.
Podía el gobierno haber cerrado cuarteles, casinos o algunos bancos que nos costaron miles de millones, pero no, cerraron servicios sanitarios. Y nos tocó a las urgencias nocturnas de Caldes.
Es cierto que no se utilizaban mucho pues es mejor que hayan pocos accidentes pero solo que tengas que utilizarlas una vez como me pasó a mi, maldices a todos los que permitieron que se cerraran.
Mi pareja tropezó al cruzar una calle y se rompió la mano. Fuimos enseguida al CAP de Caldes, eran las 8,30 de la tarde y nos encontramos solo a la mujer de la limpieza que nos dijo que teníamos que ir a urgencias de Mollet. Por suerte tengo carnet y coche, pero me tuve que convertir en conductor de ambulancia, de noche, con nervios prisa y preocupación. Allí la curaron bien.
Supongo que muchos habrán pasado por situaciones parecidas a la mía. Sobre todo pienso en padres con niños pequeños con fiebre alta, cólicos o problemas que crean mucha ansiedad en los padres pero que un medico de urgencias resuelve y tranquiliza en un momento.
Creo que es imperdonable que no recuperemos las urgencias nocturnas. Ahora llegan las campañas electorales y hay que preguntarles a los políticos que se presentan y hacen programas, que piensan hacer con este tema, para saber a quién hay que votar….
Es incomprensible porque los políticos también pueden necesitar las urgencias nocturnas y espero que me agradezcan habérselo recordado.
Lo importante es tenerlas y mejor si se utilizan poco. Eso es calidad de vida.