Me siento estafado por la “Autoritat del Transport Metropolità”.
El otro día subí en el bus Segalés de Caldes para ir a Barcelona y al pitar el billete, me dijo el chofer que estaba caducado. Era un abono de diez viajes comprado creo que en octubre y aun le quedaban cinco viajes. Tuve que pagar 4 euros y medio por un billete y al llegar a Barcelona pagar el metro. Hace dos años creo, el abono se podía utilizar hasta fin de febrero del año siguiente.
Me dijeron de ir a la central y allí me explicaron que solo podían cambiarme el abono por otro pagando la diferencia, que creo que era lo lógico y justo, si estaba sin usar ningún viaje. Entonces además de sentirme estafado me pareció un argumento absurdo que alguien pueda comprar un abono de diez viajes para no usarlo. Me quedó el derecho al pataleo y la denuncia pública y es lo que hago después de tirar el abono con cinco viajes a la basura.
Tengo coche, pero soy partidario del transporte público y procuro usarlo porque es el futuro, pero lo ponen muy difícil. Deberían saberlo las autoridades de movilidad de Barcelona si quieren que no haya tanta contaminación. Recuerdo con nostalgia cuando de jóvenes reivindicábamos los trasportes públicos gratuitos. Espero que algún día sea una realidad. De momento me conformaría con que pudiera comprar otro abono de diez viajes abonando la diferencia.
Me gustaría que el Segalés me ayudara también porque es donde compro el abono y donde lo gasto.