Cuando hace tiempo y en este país no había libertad de expresión, repartíamos unos panfletillos con el dibujo de una persona en una mazmorra con la frase “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero daría la vida para que puedas seguir diciéndolo” (Creo que era de Voltaire). Así es como yo entiendo la libertad de expresión.
En Caldes he utilizado la prensa local para criticar decisiones municipales que creía equivocadas tanto de los socialistas como de los convergente o de Esquerra republicana y también para apoyar proyectos que pensaba que eran buenos para el pueblo. Intento hacerlo con veracidad y respeto y aunque no sé si lo consigo, procuro no perder nunca los puentes de comunicación y dialogo.
También creo que hay que defender la prensa local pues sin la colaboración de los medios de comunicación, la libertad de expresión sirve de poco.
Recuerdo que la plataforma de Caldes contra la guerra de Irak, hicimos un escrito, en el que denunciábamos al presidente Aznar como criminal de guerra (¡Que razón teníamos ¡) y aunque lo enviamos al ministerio de justicia y a la prensa, solo se publicó en la prensa local. Por eso hay que apoyarla. Porque es mucho más defensora de la libertad que tenemos más cercana.
Hablando con personas del gobierno del pueblo, me comentaban que reciben muchas más críticas que reconocimiento por su gestión y dedicación. Creo que se equivocan pues deben pensar que la mayoría absoluta es el mayor reconocimiento que puede recibir un partido en el poder. Quejarse de poco apoyo, no parece razonable. El problema es que las mayorías absolutas tienen el peligro de crear una falsa sensación de impunidad y de barra libre que puede llevar al mal gobierno. Por eso son tan importantes los grupos de oposición con sus críticas al poder. Si las críticas se hacen con verdad y respeto ayudan a reflexionar y gobernar mejor y si son falsas pueden descubrirse con los muchos medios que el poder tiene y así salir fortalecido.
La democracia, la verdad, el debate y la crítica deben ir siempre unidas.
Hemos nacido para ser libres como personas y como pueblo y la libertad de expresión es su base.